No me había dado cuenta antes, que es casi regla que cuando salgo, justo pasa el de la basura.
O los del restoran de al lado están sacando la basura. Una de esas dos constantes no puede faltar.
Así como el patrullero que pasa a cobrar el diezmo. O los que entran a las apuradas a la libería 24hs., corriendo con sus entregas o trabajos.
Hoy no pasó nada de eso. Y por eso me di cuenta. Porque nada de eso ocurrió.
Se cumplió la famosa ley de que uno se da cuenta de lo que tiene cuando no lo tiene más.
El de la basura no lo vi hoy, pero no quiere decir que no haya pasado. Lo mismo con los del restaurant, la libería o los polis.
Pasan y van a seguir pasando.
Y yo seguiré esperando, firme. Balconeando.
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