No es verano, a pesar del buen clima, no dá salir sin ellas.
De hecho, ni en verano dejo de usar medias, para prevenir los aromas a queso.
Despido a mi novia, y con El Peluca, nos vamos para la casa de Francis F. , que visitarlo se parece a una visita a un preso. Siempre hay que llevarle puchos.
La buena fortuna me sorprende con un lugar en la puerta.
El Peluca toca timbre y Francis F, en piyamas como de costumbre, abre la puerta.
Me saluda y extendiéndome la mano me dice; "te las olvidaste hace como 3 años".
Era un par de medias limpio que me había dejado en su casa una vez que fuimos a jugar al fútbol y me cambié en su casa para después salir.
2 comentarios:
te das cuenta? el q no cree en el destino; es un reverendo hijo de puta.
Primero que nada, no estaba en piyama, era un short y una remera holgada, lo que se dice, ropa de casa.
El resto explica un poco eso de que 'olvidarse' cosas no es tan grave, alguien las encuentra y la cadena sigue. Yo perdi un gorro en mi viaje por Nueva Zelanda y me encontré otro en la nieve. Cuando estuve en Amsterdam lo perdí (o mejor dicho, lo dejé olvidado). Algún alma noble habra sabido disfrutar de sus servicios. Piensen que con las mujeres es igual...
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